Los licores que enamoran a turistas en Quillón
Emplazado en el sector Cerro Negro, de la comuna de Quillón, Los Hornos de Don Ginito se ha transformado en uno de los referentes del turismo en la denominada «ciudad del sol» de la Región Biobío.
La naturaleza, la gastronomía típica y su fábrica de licores convierten al lugar en uno de los destinos obligados de familias y grupos de la tercera edad, quienes llegan a disfrutar por el día de las actividades y la tranquilidad que ofrece el recinto.
Moraima Iturra y José Regino Escobar nacieron en estas tierras. Su inquietud por convertir la zona en un atractivo para la comunidad fue el espíritu con el que empezaron el negocio hace más de una década.
«Yo me dedicaba a cocinar y mi marido comenzó a crear tragos. Ese complemento ha sido la receta del éxito. Partimos bien humildes, con una sala de degustaciones, y comenzamos a crecer. Ahora tenemos hasta cabañas y piscinas. La gente nos ha premiado con su preferencia», comenta Moraima.
Este matrimonio, que cumplió 34 años, es anfitrión de los turistas que llegan. «Es algo familiar, donde también trabajan hasta nuestros hijos. Ese es el sello, la cercanía con la gente. A veces llegan varios buses y tenemos que multiplicarnos, pero lo hacemos felices», agrega.
La fama de los licores artesanales que ha creado su esposo ha superado las fronteras. Cuentan que, incluso, de Estados Unidos vinieron a probar los brebajes, los que se preparan con diversas frutas estacionales, como membrillos, frambuesas, mandarinas, arándanos y guindas, las que permanecen, por una temporada, macerándose en una bodega antes de salir al público.
Sin embargo, José afirma que sus productos estrella son las preparaciones que, según asegura, tienen efectos afrodisíacos. Si lo son o no es otro tema, pero sus singulares nombres no pasan inadvertidos: Orgasmo Cream, Patas Negras, Instinto Fatal o Pecado Original. Son cremas de licor, que han recibido una buena crítica por parte de los visitantes. «Me gusta que visiten el lugar. Hacemos degustaciones y les enseñamos el proceso que se realiza para elaborar el vino. Es una forma nueva de satisfacer a las personas. Además, siempre se van contentos», apunta José «Ginito» Escobar«.
El primero de ellos es un licor preparado a base de crema de leche, mezclada con diferentes aromatizantes. El segundo, Instinto Fatal, es de crema, más almendras y café, mientras que Pecado Original es elaborado con crema de leche y concentrados de manzanas silvestres. El valor de sus productos etílicos bordea los $ 5.000.
El flujo de personas aumenta cuando comienza a acercarse el verano, por lo que tienen que cambiar los menús existentes. Moraima apuesta a la comida campesina: «Nosotros, dependiendo de la estación, ofrecemos los platos. Por ejemplo, en invierno tenemos cazuelas de pava, porotos con riendas o costillares ahumados. En cambio, en el verano, tenemos pasteles de choclo, humitas, ensaladas a la chilena y mote con huesillo. Además, ofrecemos empanadas todos los días del año».